Tu mente pensante (ego) sigue buscando mil maneras de ser feliz, y seguirá buscando hasta que te rindas

Realmente eso es lo que hacemos permanentemente. Buscamos maneras de ser feliz. Probamos, y probamos, una y mil formas de ser feliz. Pero no hallamos.

Si tu camino espiritual no ha empezado, eso es lo haces. Lo buscas en mil formas de entretenimiento que te pones por delante para no parar y pensar, ¿quién soy en realidad?

Si tu camino espiritual comenzó hace tiempo, e incluso si sientes que está avanzado, no creas que haces algo distinto. No. Sigues buscando maneras de ser feliz. No es nada distinto a lo que hacías antes de empezar este camino.

En los dos «momentos» anteriores has experimentado momentos de verdadera felicidad. Claro. Esos momentos en los que logras conectar con tu auténtico ser, y te sientes pleno. Pero no captas la esencia de lo es y seguimos buscando, seguimos probando, seguimos intentándolo.

Y así será hasta que un día te rindas. Comprenderás entonces que por ti mismo no eres capaz de ser plenamente feliz, y que si te unes a la Fuente, al Ser, a ese que habita en tu corazón entonces la felicidad, la Dicha, aparece por que si, sin motivo, sin razón, simplemente por tu eres la felicidad, algo de lo que no te habías dado cuenta porque has estado toda la vida buscándola fuera, en algo, ahí dónde nunca ha estado. Siempre ha estado en tu interior.

Para, conecta con esa felicidad, siéntela. Descansa y permítete sentirla.