La Verdad es simple. Y la Verdad te hará libre. Y la Verdad es que tú eres el Amor puro.
La Verdad es simple, porque no necesita de explicación alguna. Es lo que es, así de simple. Tú eres el Amor, es así de simple y sencillo. Pero tú no te lo crees. La cuestión ahora es que no sabes que tú eres el Amor. Porque te da miedo. Si. Realmente te da miedo ser lo que eres en realidad. Por eso te disfrazas con un personaje que te separa de auténtico ser. Pero eso no quita ni una coma a la Verdad, ni rebaja ni un centímetro tu medida, tu dignidad. Porque, aunque tu creas que no sabes quién eres, en realidad en lo profundo de tu ser, sí que lo sabes. Y sabes que tú eres el Amor.
Para que la Verdad llegue a arraigar en ti, necesitas varios pasos, porque cuando sabes quién eres, resulta que no te lo crees, y has de andar un trozo del camino como lo que no eres, aún sabiendo ya lo que eres.
Pero el camino siempre continua, o mejor dicho, el camino siempre regresa. Por que no vas a un sitio desconocido, sino que regresas a tu casa, a tu hogar, regresas ahí donde tu sabes que eres lo que eres.
En realidad, nunca abandonaste tu casa, sino que tu ego te hizo creer que lo hacías, pero nunca te alejaste de lo que eres, porque eso es imposible, uno no puede alejarse de lo que es, y tú eres Amor. Lo eres ahora, lo fuiste siempre y lo serás por toda la eternidad.
