¿Qué es la inmaculada concepción?¿Puede ser alguien inmaculado desde su concepción?Y si lo es la Virgen María, ¿puedo serlo yo? (Jave)

Si buscas en un diccionario “inmaculado”, dice algo así como “que está completamente limpio o no tiene ninguna mancha”. Hoy en el mundo católico se celebra el día de la Inmaculada Concepción de María, que quiere decir que María fue concebida –ella, y no Cristo– sin mancha. María desde su concepción es sin mancha, inmaculada. No tiene nada que ver con la concepción de Jesús, aunque este dogma le es dado por ser la madre de Jesús. Este dogma data de 1854. Esto es, en 1853 no era inmaculada en su concepción, lo fue a partir de 1854.

¿Qué me dice a mi esto? Lo primero que me dice es que los dogmas van y vienen y no son absolutos. Y me alegra, porque no me gustan los dogmas. Pero me dice más. Me dice que, en mi unidad con Cristo, en mi unidad con cada uno de los seres humanos que hemos pululado por la tierra, en mi unidad con la Virgen María, yo también debo ser inmaculado.

Y me planteo. ¿Soy realmente inmaculado? O mejor, ¿eres realmente inmaculada? Pues la respuesta es SI. A los ojos de Dios, a los ojos del Creador, que te hizo todo Amor –y hagas lo que hagas no puedes cambiar eso–, a los ojos de la Consciencia, eres inmaculada. Porque Él nunca vio en ti mancha alguna. Él siempre te ve tal cual eres, y eres tal cual Él te creó, y eres Amor, sin duda, sin posibilidad de cambio. Eres el Amor puro, y así es como te ve tu Padre Creador. Y, por tanto, si Él, que todo lo sabe, que todo lo creó, que todo lo Ama, piensa que eres inmaculada, ¿quién eres tú para llevarle la contraria?
Solo tu ego es capaz de hacerlo y lo hace. Por eso ahora mismo te está diciendo “¡sí!, claro, ¡yo inmaculada! ¡Pues no es ná!”. Pues sí, te digo que tu Dios, el Ser, tiene muy claro, que tal cual la virgen María es inmaculada –pero no desde 1854, lo ha sido siempre–, tu también eres inmaculada.

Feliz día de la Inmaculada Concepción de María. Feliz día de tu Inmaculada Concepción, que no debes situar en el día de tu nacimiento, sino en el instante en el que tu Creador te creó. Y eso fue antes del comienzo de eso que llamas tiempo.