¿Has caído en la cuenta de que cuando una persona te cae mal es porque lo que hay en tu memoria acerca de ella es negativo? Eso que hay en tu memoria lo has gestado solo tú. Eso implica que tú has forjado los motivos por los cuales esa persona te cae mal. Seguramente la idea negativa de esa persona viene por unas experiencias que has vivido con ella. Esas experiencias que viviste, no son objetivas, eso ya lo sabes, sino que son interpretaciones tuyas sobre las propias experiencias. Tal vez si le preguntaras a otra persona, la interpretación que haría de esas experiencias sería distinta. Tampoco tienes ni idea de las circunstancias que rodeaban a esa persona cuando viviste junto a ella esas experiencias. Ni siquiera puedes estar seguro de la intención de esa persona para contigo cuando sucedieron. Es más, tal vez, ni siquiera sepas que te rodeaba a ti misma cuando sucedió aquello, porque puede que tu estado vital entonces, influyera en como te lo tomaste … A estas alturas, seguro que estás empezando a dudar de si tus sentimientos deberían ser los que son, o tal vez, solo tal vez, podrían ser otros si hubieses vivido dichas experiencias desde otro sitio, desde otro punto de vista, desde otro enfoque, desde otro modo de empezar a vivir dichas experiencias. Ahí lo dejo, porque no es esto lo que quiero decirte hoy.
Lo que te quiero decir es que todo lo que piensas acerca de esa persona define cada encuentro que tengas con esa persona en lo que llamas futuro. Lo define. Lo decreta. No hay posible solución de remisión para esa persona si sigues anclándola a lo que piensas de ella. No hay salida al conflicto. No la hay.
Solo si eres capaz de empezar de cero habrá posibilidad de volver a empezar. A veces, sería ideal tener la memoria de Dori, aquel maravilloso pececillo de “Buscando a Nemo”. Si fueses capaz de eliminar de tu mente el pensamiento negativo que tienes del otro, igual que haces con ese archivo que ya no te vale, serías capaz de empezar de cero en cada relación y, ahí permitirías que surgiera la vida siempre y cada vez, ahí surgiría el momento presente, ahí surgiría el aquí y ahora, ahí surgiría el Amor.
La casa de Jave 