Hay una forma maravillosa de saber si está bien. Es el termómetro de tu corazón. No ofrece dudas sobre cómo estás. Es infalible.
Observa como ves a los demás. Pon atención en como sientes a los demás. Mira a cualquiera de las personas que están a tu alrededor, y déjate sentir. Lo que sientes sobre esa persona es cómo estás.
Si al mirar a esa persona sientes un amor profundo, que no nace de lo que sabes de ella, ni de lo que ella hace, ni de los méritos que tiene para que tú la ames, sino que el amor es más profundo, un amor sosegado lleno de gratitud, de humildad, de acogida y de aceptación, entonces estás muy bien.
Porque ese amor que sientes nace de tu corazón. Un corazón lleno de lo eres en realidad. Un corazón que extiende fuera de ti lo que eres y, hace que lo crees, porque es ese justamente lo que deseas vivir. Tú te haces el Amor que eres, y lo proyectas fuera.
Estate ahí todo lo que desees, te lo mereces.
