Nunca puedes esperar a que la solución llegue desde fuera, porque “fuera” solo es un reflejo de lo que vives en tu interior. Lejos de eso, da tu el primer paso siempre. Porque ahí nacerá el cambio, siempre. Pero antes debes entrar en tu corazón, no dejes que sea el ego el que tome el mando y te haga moverte sin hacer lo que realmente deseas hacer, no porque sea malo -nada es malo-, sino porque no será lo que tu deseas. Toma la decisión de los pasos que vas a dar desde la Calma, desde la Paz, desde el Amor. Y deja entonces que la vida se desarrollo por donde ella debe hacerlo sin pretender saber como va a seguir el juego de la vida, y sin desear que sea de una determinada manera, eso no te corresponde.
Si tienes una relación encallada, parada, dolida, da tu el primer paso, porque realmente no debes estar preocupada con la vida del otro, pues es suya y ella es dueña de la misma. Tu solo toma consciencia de tus dolores, de tus reacciones, de tus enganches emocionales, aprovecha y crece todo lo que puedas en todos los mensajes que te trae esa relación encallada. Una vez realizado el proceso, da el primer paso que saque la relación de ese punto de estancamiento y lánzala a la nueva dimensión que tiene que tomar, donde sea el Amor el que tome el mando. Y si la otra persona no gira contigo, piensa que tal vez esa relación esté agotada. Déjala atrás si sientes eso, no sientas apego, en este mundo tridimensional todo pasa, las relaciones también. Pero cuida antes de que no haya nada egóico en tu proceder; revisa, siente, y déjate llevar por tu corazón. Con la tranquilidad de que si pones atención todo estará bien, siempre.
