A veces parece que las cosas se repiten. A veces te nace una especie de cansancio porque vuelves a vivir ciertas cosas de nuevo. Es como si no avanzaras. Unos días atrás pensabas que todo estaba asentado, que tu camino hacia ti misma iba muy bien, y de repente parece que tu camino ha ido marcha atrás. No es cierto, el camino nunca es hacia atrás, nunca.
El camino es como una espiral. Pero la sensación de cercanía al objetivo se tiene en un lado de la espiral, mientras que en el otro la sensación es de no cercanía. Pero en realidad estás más adelante en la espiral, un poco más, siempre. Porque siempre estás más cerca del final de la ilusión que es este mundo tridimensional.
Pero a veces, necesitas vivir ciertas cosas que no aceptaste, que no integraste, que no diste por buena en aquel entonces, y por eso la vida te regala la oportunidad de volver a vivirlas. Y ahora las puedes soltar, las puedes sanar. Porque si tu perspectiva ha cambiado la experiencia cambia, porque el mundo es tal cual tú decretes que sea.
Así que cuando repitas experiencias, cuando vivas algo que sientas que ya has vivido, dite: “es solo una vuelta más a la espiral”. Y date la oportunidad, esta vez, de vivirlo desde el corazón, de transitarlo desde la paz, de integrarlo desde la ecuanimidad, y siempre, desde el Amor.
La casa de Jave 