Todos los acontecimientos son neutros. Eres tu el que le nutres de importancia, de relevancia, de significado. Esto tiene muchas implicaciones, muchas consecuencias. Veamos alguna de ellas.
Porque para el Ser, para la Consciencia, para el Amor, todos los acontecimientos son neutros y, por tanto, son iguales. No hay uno mejor que otro. De manera, que si vives un acontecimiento que te trae pena o tristeza o vives un acontecimiento que trae placer o alegría, son ambos iguales a ojos de la Consciencia. Porque son simples experiencias, y éstas son la extensión de la creación. Tener experiencias es lo que haces. Y cada una te trae una emoción por sentir. No hay más.
El truco está en vivirlo como un juego, vivir cada emoción que te trae cada experiencia como una que viene un rato a estar contigo y es digna de ser vivida con aceptación y acogida, sin juicio y sin resistencia. Y es que ahí está la clave, en el juicio y en la resistencia. Porque si vives eso que te toca vivir sin juicio, si vives eso que te toca vivir sin resistencia, observarás que hay gozo detrás, el gozo de vivir lo que te toca vivir, simplemente eso, en este instante, en este ahora, aquí, sin más. Sentirás una armonía con la vida, que te traerá esa Paz que está aguardando en tu corazón para salir a borbotones.
Qué así sea. Amén. Namasté.
