En el principio de tu vida eres inocencia, sin juicio. Eres un ser sintiente, que vives reflejando lo que sientes sin pensar si está bien o mal eso que sientes. Y eso es maravilloso, simplemente eres, expresas lo que sientes, nada más. Poco a poco vas perdiendo esa inocencia en virtud de una educación bajo la cual, expresar algunas emociones no están bien vistas. Ahí comenzamos el camino de desconectar con algunas emociones, de negar o resistirse a sentir algunas emociones, y ahí empiezan los problemas.
Proponte hacer el camino de vuelta. Comienza ese camino de desaprendizaje de toda la educación que te han dado y te limita. Porque hay educación que te ayuda a crecer y educación que te encierra, que te limita, que no te hace libre. Hay que desaprender todo el camino andado para que seas libre, para seas auténtica, y te puedas mostrar tal cual eres, porque eres maravillosa, un torrente de creación amorosa que está sesgada por esa educación que no te deja expresarte, que no te deja desarrollarte. Ya es hora de ser valiente y salir de todos esos formalismos y permitirte ser tú, simplemente tú. Comienza con algo pequeño, alguna creencia limitante débil, y ve poco a poco aumentando el trabajo. Ten fe, todo se dará.
