Pasas mucho de tu maravilloso tiempo pensando que no estás en el sitio que te gustaría estar. Pasas mucho tiempo pensando que no quieres vivir lo que en este momento estás viviendo. Es un pensamiento que te nace y se queda estancado un rato en tu mente.
Eso te hace vivir lo que estás viviendo de una forma incoherente, de una forma des-armonizada con el ahora. ¿Sabes la cantidad de energía que gastas en pensar eso? ¿La cantidad de energía negativa que metes en tu vida cuando te cierras a lo que la vida te trae?
Al no estar a gusto en esa experiencia hace que te resistas a vivirlo con naturalidad, con armonía, y eso hace que inconscientemente crees sufrimiento, fricción. Dile a la mente que calle, y siente lo que te traiga esa experiencia, sintiendo que estás justo donde debes estar, sintiendo que estás viviendo justo lo que debes vivir, recordando siempre que lo importante no es la experiencia, sino el mensaje que te trae. Salte de la experiencia en sí, y presta atención a lo que está diciendo en realidad. Para y pregúntate, pregunta a tu corazón, ¿para qué estoy viviendo esta experiencia? no te contestes, simplemente sigue viviendo eso que te toca vivir, que el mensaje aparecerá si le das el tiempo y el espacio para su desarrollo.
Relájate, siente, y disfruta de la experiencia para poder sacarle todo el partido posible.
Y de paso, meterás en tu vida energía positiva, que te ayudará a crear un futuro más alineado con el Amor, con la Paz, con la alegría.
