Si una persona se encuentra en su centro, en conexión con su fuente, con lo más auténtico y profundo de su ser, no necesitará nada. De ahí que si alguien te pide algo es porque está necesitado de algo, y eso significa que no está centrado en su corazón o su alma.
Si tú lo complaces, no estás complaciendo a lo más auténtico de ese ser, sino al ego que pide algo porque cree necesitarlo, porque se cree incompleto y piensa que así obtendrá una parte de las muchas que le faltan.
Además, sabes por experiencia propia que muchos de los crecimientos que tenemos en nuestra vida son los reveses que ésta nos da. Ahí se ponen al frente nuestros miedos, nuestras cargas, nuestras expresiones limitantes, y nos dan una oportunidad de tomar consciencia de ellas y así poder sanarlos e integrarlos.
Así pues, siéntete libre de acceder a hacer aquello que alguien te pide, mírate a tu “adentro” y elige hacer aquello que tu alma te dicta; siempre será lo más adecuado.
La casa de Jave 