Y si no me sale del corazón,voy a aprender a decir que no

Sabes que cada uno debe llevar un camino diferente. Sabes, por tanto, que no debes mirar el camino del otro. Sabes que no hay nada bueno ni malo, sino que todos los acontecimientos son neutros. Sabes también que lo realmente esencial es que estés atento a lo que vives y, que vivas en observación para así sacarle beneficio a tu manera de vivir cada experiencia. Ante esta situación deberías sentirte libre de tomar la decisión que tu corazón desea que tomes.

Lejos de entrar en si vendrá o no de tu corazón lo que sientes, lo que es cierto es que muchas veces no somos capaces de tomar esa decisión que siento por que no somos libres.

Haz un ejercicio de honestidad que te vendrá muy bien y se consciente de las muchas veces que no eres capaz de decir que no. Las veces que aún apeteciéndote hacer otra cosa, al final te dejas llevar por la presión del otro, por la necesidad del otro, por la apetencia del otro, o por un sinfín de posibles cuestiones que hacen que te veas haciendo algo que tu no querías hacer.

Haz ese ejercicio de honestidad esta semana, y no te preocupes de si lo haces muchas o pocas veces, simplemente se consciente de ello. No pretendas cambiar nada, solo se consciente. Al ser consciente, se moverá algo dentro de ti, que te proveerá del deseo de dejar atrás esa falta de libertad, si es tu caso claro. En ese caso nacerán las herramientas necesarias para que aumente tu libertad de elección, y poco a poco irás eligiendo según deseas. Y recuerda, no le des demasiada importancia, no olvides nunca que la vida no es más que un juego, al que, si le metemos seriedad, le aumentamos dramatismo y, con ello, sufrimiento.