Vives tu día a día intentando demostrar que mereces ganar en este juego de la vida. Te esfuerzas una y otra vez en demostrar a no sabes muy bien quién que eres merecedora de que la vida te premie con aquello que anhelas tener.
No hay nada que demostrar. No hay nada que ganar. Realmente la actitud adecuada es ser consciente de que la vida está deseando darte todo lo que quieras, todo. Solo que tu sientes que no te lo mereces, por eso luchas por ganar, porque crees que no te lo mereces. Pero sí te lo mereces, la vida ya te hizo ganadora y merecedora de aquello que tu alma anhela. No lo dudes. Solo tu creencia es la que para todo el flujo de bendiciones que la vida está deseando regalarte.
No necesitas esforzarte, sino estar atenta a tu vibración. Conecta con la humildad, con la gratitud, con el sentimiento de estar justo en el lugar adecuado en el momento preciso. Y ahí, estate presente. Y todo, poco a poco, vendrá por añadidura, tu solo déjate bendecir por la vida.
