Tu percepción es la que manda. No creas que el mundo es de una determinada manera y tu solo puedes mirarlo. No es así. El mundo es neutro y es tu percepción la que decide como es el mundo.
Haciendo un análisis simple del mundo, hay Amor y hay miedo. Y tú estás constantemente eligiendo estar en Amor o estar en miedo. Y según elijas en cada momento así será la percepción de lo que vives.
Si eliges estar en Amor, todo te parecerá armónico, sereno, tranquilo, gozoso. Pero si eliges estar en miedo, todo será oscuro, será enjuiciable, será criticable, será algo que no te gusta.
Traslada la responsabilidad de la visión que tienes del mundo a ti misma, se consciente de que cuando eso que está ahí fuera no te hace sentir bien, es porque estás en miedo. Y en esa misma responsabilidad, felicítate por cada instante gozoso que tienes, porque simplemente ocurre porque estás en Amor, y eso es maravilloso.
Elige el amor siempre, y cuando elijas el miedo, se consciente de puedes volver a elegir cuando quieras, puedes elegir cuando desees que vuelves a estar en Amor.
