La realidad es el Amor. Solo lo relacionado con el Amor es real. El resto es efímero. De hecho, Un Curso de Milagros te dice en su introducción que si haces tuyas las tres siguientes frases, ya no hace falta seguir aprendiendo nada más. Estas frases son:
“Nada real puede ser amenazado. Nada irreal existe. En esto radica la Paz de Dios”.
Tu Ser auténtico es real y no puede ser amenazada. Tu dignidad no puede ser amenazada. Tu esencia no puede ser amenazada. Lo que tú eres en realidad no puede ser amenazado. Siempre serás lo que eres porque fuiste creada para ser Eso que Eres. Y Eso que Eres es Todo, es el Amor.
Nada irreal existe, solo que tu sistema de pensamiento le está dando realidad. Ni siquiera te plantees si existen las letras que están leyendo, lo que no existe es el sistema de pensamiento, el ego que te saca de la realidad y te hace enjuiciar, eso es lo que es una invención o fabricación tuya. Todo es real, porque Todo es Amor. El Ser, Dios, está simplemente observando a través de ti la maravilla de expresión que la vida tiene en cada instante, en cada aquí y ahora. Y solo contempla, no enjuicia si eso que ocurre está bien o no lo está. No enjuicia se podría haber sido de otra manera mejor, porque no hay otra manera mejor, es la manera en la que sucede y, esa manera es perfecta. Y Dios lo sabe, tu ego no.
En esto radica la Paz de Dios. Y tras la Paz, la Calma, la Armonía, la Alegría, la Dicha -Felicidad-, la Ecuanimidad, la Esperanza, la Humildad, la Gratitud, la Verdad, el Conocimiento, la Consciencia y, por supuesto, el Amor.
