Para colocar esto en su justo lugar y en su correcto significado debes situarte en la Verdad, en la Unidad que Somos. Si lo lees desde la separación que parece que vives, esta afirmación no tiene sentido. Pero al saberte Uno con tu hermana cobra un sentido único y real.
El “dar es recibir” que hemos dicho muchas veces, también está basado en la misma unicidad. Nos empeñamos en vernos separados, pero ya has recorrido bastante camino para ser consciente, de que nos uno algo más que lo aparente.
Cuida entonces lo que haces a tu hermana, porque cualquier ataque que tengas hacia ella, será un ataque a ti misma. Desde el mismo instante en el que comienza el ataque tu paz se ha perdido, tu felicidad se ha disipado, tu calma se ha ido. Y es en ese instante cuando la separación y el miedo se hacen dueño de tu vida. Pero ese ataque no acaba ahí, volverá y volverá para hacerte vivir otra vez la misma realidad, hasta que la veas inocente, hasta que seas capaz de ver a tu hermana inocente, hasta que seas capaz de ver a tu hermana como la luz que es, hasta que un día no le ataques, y así no te ataques tu, y en ti se haga la Paz, la Calma, la Dicha, el Amor.
