No lo dudes, siempre has sido la oveja perdida. Da igual tu nombre, tu lugar de nacimiento, la manera en que te educaron, la vida que has tenido, el camino espiritual que hayas recorrido, el trabajo emocional que hayas hecho, … Da igual, tú eres la oveja perdida.
El Ser deja todo y va en tu búsqueda desde el mismo instante en el que te apartaste de su rebaño. Desde ese mismo instante salió en tu búsqueda, te encontró y te acompañó en el camino de vuelta a casa. Pero tú te crees vivir aún en esos momentos de pérdida. Estás estirando a lo largo de muchas vidas esos momentos de pérdida.
Solo tienes que estar quieta, volver tu atención a tu interior y dejar que Él te encuentre, porque Él sabe dónde estás y como llegar a ti, mas tu no le dejas por miedo. Pero recuerda siempre, que el camino de regreso a casa ya está hecho, solo que tú te empeñas en no verlo, y por eso andas buscando. Ese miedo irá poco a poco haciéndose cada vez más pequeño, hasta desaparecer, no puede ser de otra manera. Todo se dará, en su justo momento. Confía.
La casa de Jave 