Estás permanentemente luchando entre lo que muestras que eres y lo que quieres ser. Porque buscas una expresión perfecta de tu personaje. Y porque hay algo en tu interior que te lleva a la perfección, a una expresión perfectamente amorosa de ti. Todo esto es normal.
En tu interior hay algo que te llama a la perfección porque tú eres perfecta, tal cual fuiste creada para ser. Pero esa perfección ya es, no necesitas nada para que sé, simplemente tienes que ir siendo consciente de ella poco a poco, tal cual vayas sabiendo quién eres en realidad.
Pero mientras consigues transitar ese camino hacia tu auténtico ser, quieres mostrarte perfecta. Y eso te hace no aceptar tu expresión en cada momento. Eso te crea resistencias, y por ende, sufrimiento. Porque quieres que la perfección llegue a tu personaje. Mas eso no es posible. No puedes hacer perfecto a tu personaje. Eso no es el camino.
El camino es aceptar cada expresión no perfecta de tu ego, para acogerla con cariño sabiéndote que tú Eres el Amor, sabiendo que lo que tú Eres nunca está en duda, nunca puede rebajarse, porque fuiste creada para ser eternamente lo que en esencia Eres.
