La suma de todas y cada una de las almas es la Unidad. El Uno no será completo si le falta una sola de las almas que la componen. Y todas las almas forman parte del Uno. No hay ni una sola que se quede fuera.
Hagan lo que hagan en cada una de sus existencias, todas formas parte de la Unidad. No es importante lo que cada alma haga, pues a los ojos del Amor, Eso que Es el Uno, nada puede hacer nadie para perder ni una pizca de dignidad ninguna de las almas que forman ese Uno.
La esencia de cada alma es permanente y así será eternamente, y ningún humano podrá cambiarlo, pues lo humano es finito y perecedero, mas lo perecedero no puede cambiar lo inmutable.
Y tú, en esencia, eres una de esas almas. El Uno te espera paciente, amorosamente, a que te decidas a saberte lo que Eres, y que de una vez decidas formar parte de ese Uno que te espera desde el mismo instante en el que creíste que se produjo la separación. Para el Uno fue en ese mismo instante en el que se canceló la separación, solo tú te quedaste atrapada ese pensamiento. Por qué fue eso, solo un pensamiento.
La casa de Jave 