El miedo desenfoca tu visión, la hace turbia, impide que puedas ver bien lo que está sucediendo ahí fuera. El miedo cambia la perspectiva de lo que está pasando. El miedo hace que te hagas un mapa de lo que sucede muy distinto a lo realmente está sucediendo. El miedo te engaña. Porque se adueña de ti, es lo primero que hace, se hace de tu voluntad y te enajena, situando tu pensamiento en un lugar que separa, que hace un mundo de distancia entre el otro y tu. El miedo te hace un ser aislado, solitario, perdido.
El Amor enfoca tu visión, la hace clara, cristalina. Consigue que puedas ver la verdad de lo que pasa ahí fuera. El Amor te da la perspectiva adecuada de lo que debes aprender de la experiencia que vives. El mapa que te da es justo el que necesitas. El Amor es Verdad. Y deja que sientas lo que debes sentir para abrirte a la experiencia con inocencia, con asombro, con apertura. El Amor te hace un ser unido al otro, en conexión, entrelazado, encontrado.
Respira y vuelve a tu corazón ante cualquier situación que la vida te trae. Respira y entra en tu atención. Observa un paso atrás desde donde estás para poder situarte con ayuda de la respiración en el Amor. Ahí todo fluirá bien, armonioso, acompasado, amoroso. Todo será santo, bello y bueno.
