Puedes surcar todos los mares. Puedes recorrer caminos infinitos. Puedes escalar montañas con mucha pendiente. Puedes volar por todo el Universo buscando la Paz. No ha hallarás. Porque no está fuera de ti.
La Paz siempre está dentro de ti, porque tu eres la Paz. Para alcanzarla solo debes parar un momento. Descansa, y baja las revoluciones de tu mente pensante, de tu ego. Eso que te dice que la Paz está fuera y que debes hacer un esfuerzo grande para merecerla, para alcanzarla. No le hagas caso, porque ese es el primer paso para encontrarla. Deja de escuchar tu mente. Simplemente descansa. Respira. Respira. Una u otra vez. Pon atención a tu respiración. Solo eso. Si viene un pensamiento, déjalo pasar, no le prestes atención y vuelve a la respiración. Sigue ahí.
Y sentirás Paz. Se consciente entonces que nada vino de fuera para sentir esa Paz. Estaba dentro, y cuando se acalló la mente y centraste tu atención en la respiración, apareció.
Siempre la llevas contigo. Siempre.
