Dice Jesús -Yeshua- en los evangelios, concretamente en Mateo 18.9 qué si tu ojo te hace pecar, más vale que te lo arranques y lo tires; que es mejor entran en la vida con un solo ojo, a tener dos y estar perdido en el infierno (o en el fuego del infierno, según traducciones). Esta mañana me ha venido esta frase, primero porque es cierta como la vida misma, pero después porque no debemos tomarla, obviamente, literalmente.
Pero la frase es cierta. Totalmente cierta. Si algo te hace salir de la Paz, del Amor, debes tomar consciencia de ello, para conseguir quitarte ese “tentación” a salirte del Amor. Tenemos muchas cosas, muchos entretenimientos que nos sacan del Amor. Todos esos entretenimientos son maravillosos, si los disfrutamos cuando tocan, y somos capaces de soltarlos después, sin apegos. Ahora toca disfrutar de esto, lo hago, ahora toca no disfrutar de esto y lo hago igual; sin apego, sin juicios, sin intentar poseer nada, sobre todo esto, sin intentar poseer nada. Pero si hay algo que quieres poseer, si hay algo a lo que le tienes apego, algo que te saca del Amor y no puedes estar en equilibrio, en ecuanimidad, más vale que lo cortes. Sí, córtalo ya, porque eso no te llevará más que a entrar una y otra vez en la rueda del sufrimiento. Arráncalo y tíralo, cuanto antes mejor. Porque es mejor entrar en la vida (cada día, cada minuto, cada instante) sin tener eso que te trae apego, que perderte por querer tenerlo y así sentir en tu piel el fuego del infierno.
Estate pues dispuesto a observar que hay por ahí fuera que te atrae tanto que te solicita apego, te solicita que lo poseas, y que no puedes soltarlo cuando toca hacerlo. Observa, y cuando lo detectes, córtalo, arráncalo, tíralo. La Paz entonces aparecerá por añadidura.
La casa de Jave 