Hay días que te levantas con energía. Esos días ves la vida un poco más luminosa. Parece que la vida sabe el ritmo justo que te apetece llevar. Todo va fluyendo de forma sencilla. Todo es perfecto. Y tu piensas, que bien, todos los días deberían ser así, todos.
Pero no lo son, hay otros días, que la luz parece más oscura. Días en los que las cosas no salen tan bien. Hay cosas que se atrancan, se desvían, se deshacen. Nada fluye como debería y tú sientes desanimo. Te falta la energía, y la que tienes es más negativa que otra cosa.
Es ahí cuando debes ser capaz de fluir. Es ahí donde está la prueba de que puedes salir de esa situación. En cada instante estás a un solo pensamiento de poder vivir el día que quieres vivir. No vas a cambiar las circunstancias, no vas a cambiar las experiencias, no vas a cambiar lo de ahí fuera, pero si puedes cambiar tu interior, tu enfoque, tu manera de ver lo que ves ahí fuera, tu forma de mirar. Ahí esta tu poder, tu infinito poder de ser capaz de fluir aún cuando las cosas no salen como tu habías pensado que debían salir. De todas formas, tampoco sabes, cuál sería la mejor forma en la que deberían suceder, ¿verdad?

Gracias por recordarme que siempre hay otra mirada más clida más amorosa gratitud siempre 🍀🌺
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