No luches contra el ego, lejos de eso, abrázalo. El camino es integrar al ego, no luchar contra él. Nunca vas a dejar de tener pensamientos limitantes, pensamiento que vienen del ego, pensamiento de escasez, de complacencia, de culpabilidad, de …, no se trata de no tenerlo. Se trata de abrazarlos, y elegir el Amor (Jave)

Solo hay Uno, y tu Eres ese Uno. Porque, aunque no te creaste si eres parte esencial de ese Uno. Y ese Uno y tu sois lo mismo y la misma esencia. Así es. No hay nada que pueda alterarlo, nada puede cambiar esa verdad inmutable. Somos Uno, todos con el Uno que todo lo abarca, y es infinito, eterno.

Todo es Uno que todo es. Todo. Incluso aquello que tu juzgas como “malo”, incluso aquello que te trae “dolor”, incluso aquello que tu resistes y te engancha con el “sufrimiento”. Uno es todo.

Uno también es ese ego que no te gusta. Esa parte de ti que te sale cuando te domina tu mente pensante y que te obliga a hacer, decir, actuar … de esa forma que a ti no te gusta. Y que te resistes a ser. Uno también es ese ego. Y quién eres tu para rechazar una parte del Uno.

No luches contra el ego, lejos de eso, abrázalo. El camino es integrar al ego, no luchar contra él. Nunca vas a dejar de tener pensamientos limitantes, pensamiento que vienen del ego, pensamiento de escasez, de complacencia, de culpabilidad, de …, no se trata de no tenerlo. Se trata de abrazarlos.

El camino de regreso a casa, de volver a ti, a tu esencia, a hacerte Uno con el Uno es el de integrar en ti todo lo que tu eres, todo lo que es el Uno. Se trata de integrar. Se trata de saber que puedes elegir en cada momento escuchar esa voz del ego, o no escucharla. Eres libre, y siempre puedes elegir escuchar la voz del amor y no la del ego. Y la vía es integrar al ego, no resistirte a él. Al integrarlo lo amas, y al amarlo puedes elegir hacerle caso o no.