El perdón deshace aquello que se ató porque tu juicio pensó que era algo malo, no aceptable. Porque es tu juicio el que hace que se necesite el perdón. Si no hay juicio, no hay necesidad de perdón, porque sin juicio todo está perfecto. Es con el juicio cuando aparece algo que no es aceptable. Es tu juicio entonces el que instaura la necesidad de perdón.
Y es tu auténtico Ser, el que es todo Amor, el que restaura el perdón y hace que sea trascendido aquello de debía ser perdonado.
Es en este momento, cuando el ego aprovecha para intentar re-atar aquello que tu Alma ha comenzado a des-atar. El ego te volverá a situar dentro de tu razonamiento, dentro de tu mente pensante, y te llevará por el campo de “tener razón”, por el de “reproches hacia el otro” y por el de “razonamientos de excusas” hacia uno y otro. Y eso te devuelve al punto de partida.
Mantente entonces atento, continua con la observación del proceso que estás llevando a cabo, que no puede ser otro que el des-atar aquello que tu juicio ató. Realiza el proceso desde el corazón, no lo razones, porque el razonamiento te devuelve a la casilla de salida, simplemente conecta con el Amor y perdona. Toma consciencia de que tienes que perdonar, y realiza el trabajo necesario para ello.

Gracias recibo 🧡🍀
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