Imagina que estás en el cine, en tu butaca sentada cómodamente. Todo el tiempo estás en el cine.
Pero en este cine en lugar de proyectarte películas te proyectan pensamientos. Todo el tiempo te proyectan pensamientos.
Es un no parar de pensamientos. Hay tantos pensamientos solo eres capaz de tener consciencia de una mínima parte de ellos. Solo atisbas la existencia de unos pocos.
Y de entre todos los pensamientos, le prestas atención a unos pocos, y esos les dejas entrar en campo de consciencia.
Y entonces, te adueñas de ellos, y te inventas que fuiste tú el que tuviste esos pensamientos.
Desde ese instante son tus pensamientos, y te identificas con ellos.
Y no solo crees que tu eres eso que piensa esos pensamientos, sino que además haces tu personalidad, tu carácter, tu forma de ser, todo tu personaje en función de esos pensamientos que estás convencido de que son tuyos.
Ahora bien,
¿y si no fuesen tuyos?
¿Y si en realidad lo que pasa que es que se están proyectado en ese cine y tú solo eres el observador de todos esos pensamientos?

Muy buena reflexión, que paz siento ahora
Gracias
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Gracias Raquel por compartir tu paz conmigo, somos uno, y una la Paz que sentimos. Feliz día
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Gracias ❤️🌺
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