La vibración, eso que todo lo llena, y ajusta el entorno de personas que te rodean (Jave)

Dime con quién vas y te diré quién eres.
Quien a buen árbol se arrima buena sombra le cobija.
Dos que duermen en el mismo colchón se hacen de la misma condición.
Dios los hace y ellos se juntan.

El refranero español es sabio. Tiene auténticas perlas que realmente merecen una reflexión para sacarle su jugo. Estos refranes tienen algo en común entre sí, y por supuesto, lo tienen también con el título de esta entrada, “la vibración, eso que todo lo llena, y ajusta el entorno de personas que te rodean”.

Todos sabemos qué solemos relacionarnos con las personas que son afines a nosotros. Dentro de todas las posibilidades que tenemos, nos quedamos con un cierto grupo de gente en todos los aspectos de nuestra vida. Podían ser otros, pero son exactamente los que son. El caso es que parece que la atracción que sentimos nosotros, también es recíproca de esas personas hacia nosotros. Hay una atracción mutua. Además, conforme vamos creciendo en nuestra vida nuestros grupos de amigos parecen ir cambiando tal cual nosotros vamos cambiando.

Esta atracción se llama vibración, y se puede medir. Cada cuerpo vibra a una determinada frecuencia, esto es un hecho científico. Inclusos las piedras tienen su propia vibración. También nosotros vibramos a una determinada frecuencia, algo que vamos cambiando tal cual vamos cambiando nosotros, según nuestro estado de ánimo y según vamos creciendo como personas.

Lo que la ciencia no sabe explicar es porque al hacer determinadas actuaciones cambiamos esa frecuencia para conseguir nuestra mejor versión. Y es que está demostrado que, al practicar la atención plena, por ejemplo, conseguimos mejorar esa frecuencia. Al practicar la meditación mejoramos nuestra frecuencia. Y esto va en consonancia con una serie de actitudes en nuestra vida que hace que poco a poco vayamos sacando una versión cada vez más feliz y armónica de nuestra vida. Algunas de estas actitudes son las siguientes:

la gratitud
la bondad
el perdón
el ser compasivos con nosotros mismos y con el otro
el no llevar cuentas de errores propios y del otro
el ser pacientes
el ser misericordiosos
el ser amoroso

Si haces todas estas cosas, tu frecuencia de vibración mejorará. Y eso hará que el grupo de personas con las que unes, cambien su vibración al unísono contigo, ya que, si alguien no está dispuesto a cambiarla, dejará de estar en tu vida, e irán apareciendo personas que “resuenen” con tu nueva vibración. Y estas personas, las que permanecen y las nuevas, serán digo, obviamente, más agradecidas, más bondadosas, más compasivas, no llevarán cuenta de los errores, más pacientes, más misericordiosas, y más amorosas. Como ves, todo en armonía, todo un gozo.

Imagen de Alexandra_Koch en Pixabay

Publicado por Jave

Soy estudioso en profundidad de UCDM y de LVDM, además soy monitor de Atención Plena o Mindfulness.

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