Realmente hace un tiempo que seguramente hayas emprendido el camino hacia engrandecer tu parte divina. De lo contrario, no estarías leyendo esto, que busca avivar un poquito, con humildad, la llama de tu crecimiento espiritual.
Esto quiere decir que el camino está empezado. Y a su vez, esto implica que el camino acaba en triunfo, porque cada vez le damos más capacidad de tomar decisiones a esa parte divina que está, sin duda, en nosotras. Mejor dicho, que es, sin duda, nosotras. Y cuando eso sucede el éxito está asegurado. Un día seremos solo esa parte divina, y el ego formará parte de algo del pasado. No por rechazo, si no por aceptación, por abrazo, por integración.
Pero ese camino se hace más largo si no ponemos honestidad con nosotras mismas. Repito, honestidad contigo misma. Busca ser coherente. Que tu sentir y tu hacer estén en coherencia. Y si no es así, se consciente de ello, con eso vale. El tomar consciencia de las cosas es el primer paso que debemos dar, y es el paso más importante. Y es muy importante, porque le da la oportunidad a tu ser interior a empezar a trabajar e ir transcendiendo y transformando cosas en tu interior.
