Ábrete pues a este instante para respirarlo y vivirlo, y no esperes nada, porque nada tiene que suceder para tu ya seas: déjate inundar por él (Jave)

Debes recordar algo que se te olvida con facilidad. Algo que ya sabes, pero que no quieres recordar.

Tu auténtico Ser está en la calma, tu verdadera esencia está en el silencio, tu más pura expresión nace en el Amor profundo que brota de tu corazón. Y, sin embargo, aún sabiéndolo, aún teniendo claro que esto es así, te empeñas en vivir en tu mente pensante.

Todo lo que sucede lo tienes que ir analizando con tu mente pensante para evaluar si está bien o no, para escudriñar si es bueno o no, para decidir si debes seguir actuando desde donde lo estás haciendo o no. Todo eso pertenece a tu ego, y te separa de tu auténtico Ser. Y lo haces constantemente. Y lo más paradójico es que muchas veces lo haces en el nombre del amor. 

Tan solo has de parar, respirar, dejar de analizar y abrirte a lo que este instante te traiga, pues cuando te abras a él, el instante se abrirá. Pero no lo hagas esperando que algo suceda, porque eso no es más que otro movimiento egóico, que pone el foco, como siempre, en la espera de que algo suceda, porque aún me falta algo, aún necesito dar un paso más que me falta para ser. Y eso me sitúa en la escasez, me sitúa en el no soy, me sitúa en el ego, me sitúa en el miedo.

Ábrete pues a este instante para respirarlo y vivirlo, y no esperes nada, porque nada tiene que suceder para tu ya seas; déjate inundar por él.