El camino espiritual no es fácil. Suele estar lleno de sufrimiento, idas y venidas, baches y socavones. El regreso a casa lo solemos hacer entre dolores y sufrimiento.
En realidad, ese sufrimiento no es necesario, y va cesando conforme vamos dándonos cuenta de lo que somos en realidad. Una vez queda un poco anclado la seguridad de lo que somos el sufrimiento deja de aparecer poco a poco, aunque es inevitable que de vez en cuando asome. Y es normal, es muy normal.
El camino de regreso a casa está lleno de sufrimiento, y realmente es casi inevitable que así sea. Porque para andar ese camino es necesario desandar todo lo andado anteriormente, y eso cuesta. Para llegar a saber quién eres debes olvidarte del todo de quién te creías que eras y, eso duelo, y mucho. Debes dejar de ser ese personaje que te lleva acompañando tanto tiempo que tú creías que eres tú. Debes desaprender todo lo aprendido por las costumbres, por la educación, por la razón, por … y volver a tu corazón, un corazón olvidado desde hace siglos, y, ese camino es doloroso, no puede ser de otra manera.
Transítalo entonces lo más amorosamente posible que puedas contigo misma, con paciencia, de una forma amable y empática con tu personaje, de una forma paciente, con gratitud y humildad, sabiendo que al final, solo se trata de un camino que vas a transitar si o si, sin más remedio, y que cuánto más capaz seas de tomarlo como un juego, más fácil será, y menos sufrimiento acarreará.

Gracias siempre tan Acertadas tus reflexiones gratitud 🌺
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