Guy Ritchie dirige esta delirante película en la que nuestro protagonista, Jake Green -interpretado por Jason Statham- tiene una lucha atroz con su propio ego. Tras pasar un tiempo en la cárcel, Jake por fin decide lo que muchos hemos decidido, y es plantarle cara a su ego y descubrir realmente quién es.
La escena que comienza a la hora y diez minutos de película y que dura casi cinco minutos es realmente genial y condensa un tratado de que es el ego y como reconocerlo. Te pongo el tiempo porque tal vez quieras verla otra vez cuando acabes de ver esta maravillosa película, en la cual conforme avanza se puede ver el trotar de ese enemigo que todos tenemos en nuestro interior, el ego, en los personajes del largometraje.
Que te confunda el estilo de Guy Ritchie, es una película espiritual, es una película de crecimiento interior, y de ahí la mala crítica que tuvo cuando vio la luz allá por 2005.
