No es la primera vez que os invito a escuchar una canción de Rozalén, y si este blog sigue vivo, no será la última.
De este último álbum ya os hablé de su primera canción cuando aún no había aparecido en el mercado este maravilloso «El árbol y el bosque». En aquella ocasión os hablé de «Este tren» en esta entrada (dale para volver a leerlo y escucharlo si te apetece) allá por el 22 de septiembre, bonita día por cierto, ya que nació mi querida Paola, hace ya unos años, jeje.
Ahora le toca el turno al tercer corte de «El árbol y el bosque». Su título «Y busqué», y nos habla de la búsqueda que realizamos cada uno de nosotros porque anhelamos la auténtica vida de nuestra alma de la que tenemos tan solo un atisbo de intuición. Así buscamos y buscamos hasta cansarnos de esta existencia efímera, incompleta, limitada, finita e imperfecta. Algo dentro de nosotros nos llama precisamente a lo contrario: eternidad, completitud, ilimitación, infinitud y perfección. Todas las almas aspiramos a esto, porque es a lo que estamos llamadas a ser, de eso no hay duda.
Así en esta canción, María Rozalén nos dice:
Siempre busco fuera lo que nace dentro
Que mis días felices no dependan del deseo ajeno
Aprender a escuchar el silencio
Hasta el mismísimo San Agustín firmaría la letra de esta esclarecedora canción, sobre todo su estribillo verdadero:
Y busqué, y busqué, y busqué hasta la cima
Y no hallé, y no hallé, y no hallé el sentido a mis días
Y busqué, y busqué, y busqué hasta el fin
La respuesta estaba dentro de mí
Sin más os dejo, por orden, la canción en YouTube, su letra y en Spotify.
Y busqué
Un árbol viejo partido en dos
Las puertas a este viaje interior
Los senderos tienen forma de serpiente
Tienen piedras, curvas y señales que te pierden
Las primeras dudas las lloraba el cielo
Debes enfrentarte sola y no tener miedo
Descargué el exceso de peso
Me quedé con el alma en los huesos
Llené de aire el cuerpo
Y busqué, y busqué, y busqué hasta la cima
Y no hallé, y no hallé, y no hallé el sentido a mis días
Y busqué, y busqué, y busqué hasta el fin
La respuesta estaba dentro de mí
Ay, ay-rai-rai-rai
Luna plena, llena de agua fría
Ilumina la noche herida
Como el pájaro, muestro atenta mis alas
Miro desde arriba, la que arriesga es la que gana
Siempre busco fuera lo que nace dentro
Que mis días felices no dependan del deseo ajeno
Aprender a escuchar el silencio
Regalar movimientos al viento, yo sola ante este templo
Y busqué, y busqué, y busqué hasta la cima
Y no hallé, y no hallé, y no hallé el sentido a mis días
Y busqué, y busqué, y busqué hasta el fin
La respuesta estaba dentro de mí
Y busqué, y busqué, y busqué hasta la cima
Y no hallé, y no hallé, y no hallé el sentido a mis días
Y busqué, y busqué, y busqué hasta el fin
La respuesta estaba dentro de mí
La respuesta estaba dentro de mí
La respuesta estaba dentro de mí