Si estás airada hoy, si la ira te viene una y otra vez, si por cualquier nimia situación te nace tomarla con ira o enfado, mira bien cuál es tu nivel de coherencia contigo misma.
Probablemente, hace un rato, o ayer, o antes de ayer, hiciste algo que no era coherente con lo que sentías. Revisa tus actuaciones, tus decisiones, tus “si puedo”, tus “si, yo lo hago”, tus “bueno, cuenta conmigo”, tal vez sea algo que debes hacer que no has hecho, o algo que hiciste y no debías hacer. Indaga, busca.
Para eso hace falta honestidad. Mírate, obsérvate, es hora de girar tu atención hacía dentro y revisar que no está en coherencia. Puede que al principio no lo veas, porque quizás ni siquiera seas consciente de que es lo que está desequilibrado. Pero ten la certeza de que, si viene ira, es por algo. El trabajo ahora es tomar consciencia de que es. Después, actuar para volver a la coherencia, y entonces, la ira desaparecerá.
Recuerda siempre que la ira no es tu estado natural, y si aparece ira, es por una incoherencia de vida contigo misma.
La casa de Jave 
Gratitud siempre 🌺
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