El Sol siempre está ahí detrás de las nubes, siempre. Igual que tu auténtico ser. Siempre estás ahí detrás de tus comportamientos. Siempre.
Hay días en los que las nubes se adueñan del cielo. Solo hay nubes. Solo puedes ver nubes. Es todo lo que ves. Aparentemente no hay luz, no hay Sol, no hay brillo. Pero tu sabes que detrás de esas nubes el Sol está brillando. Por que no hay nubes en el mundo que sean capaces de apagar el Sol. Pueden ocultarlo por un tiempo, mas tu sabes que está ahí, siempre está ahí.
Hay días en los que tus acciones se adueñan de tu manera de comportarte. Solo hay acciones que te hacen daño. Solo acciones que hacen daño a la otra persona. Eso es todo lo que ves. Aparentemente no tienes luz, no tienes amor, no tienes paz. Y aquí es donde aparece la diferencia con el ejemplo del Sol y las nubes. En esos momentos tu no sabes que a pesar de todos esos comportamientos eres el Amor puro.
Crees ser todo eso que muestras. Pero no es así. Eso muestra de ti solo tus programas, tus seres limitantes, tus miedos. Pero no solo eres eso. Debajo de todo eso hay un ser auténtico, esencial. Un ser que va emergiendo poco a poco, y que sabes que existe. Sabes que es todo Amor. Solo que hoy necesitas vivir un poco de nubes sin Sol, para tomar consciencia de algo. Aprovecha todo para crecer, y así dar la mejor versión de ti. Así de paso, las nubes irán desapareciendo. Y cuando menos te lo esperes, el día, se hará soleado. Casi sin darte cuenta, verás como el sol brilla en el cielo limpio y azul.
