Cuando ya Eres Uno con Aquel que todo lo es, todo cesa. Eres Consciencia y sientes Luz, solo Luz, solo Paz, solo Abundancia. Ahí no hay miedos. No hay tiempo, no hay espacio. No hay nada. El Todo es la Nada. Por que el Uno lo abarca todo, hasta la nada.
Pero mientras no estés ahí, en ti siempre habrá algún miedo. No dejes que tu ego te lleve por camino de autocomplacencia porque siempre quedará un miedo que reconocer para poder integrarlo. No vayas tampoco por el camino de la culpabilidad, ni del autocastigo, porque eso es precisamente lo que tu ego pretende. Ve con calma, con confianza en ti misma, con amor, con entrega, con pasión, con asombro inocente, con apertura a lo que venga, y siempre desde la alegría.
Se consciente de esos miedos y no les des la espalda porque ahí es dónde está escrito el siguiente paso a dar.
Hasta llegar a ese miedo a morir, pero no a la muerte física, sino a la muerte del ego, ese miedo que hay que atravesar, que hay que sanar, que hay que trascender, y el camino es la integración, siempre la integración.
