Es fácil dejarse llevar por el ritmo que marca el día a día. Eso hace que, a veces, te expreses desde tu ego. Muestras, de vez en cuando, lo que tus programas o patrones o seres limitantes quieren expresar. No puedes evitar sentir que, en esos momentos concretos, lo que das no te gusta. En esos instantes, en esos “ahoras” se genera una energía negativa, una energía que desvitaliza. Y tú te apagas.
Es en esos momentos en los cuales debes ser consciente de que tú no eres eso. Ya lo sabes, pero se te olvida. Debajo de esa capa de mediocridad hay un ser maravilloso que está deseando volver a lucir. Y sabes que es así, pero en ese instante se te olvida. Sabes que has brillado muchas veces, sabes que has sido paz, luz, amor, muchísimas veces. Sabes que eres un ser maravilloso, un alma grande y amorosa.
Por eso debes anclar en tu consciencia que aún en esos momentos en los que no te gusta como te expresas sigues siendo la Paz pura e infinita. Y estás a un solo pensamiento de sentirlo, estás a un solo pensamiento. Solo debes elegir que eres Paz, que eres Amor, que eres Luz. Y sentirlo, permitirte sentirlo justo en ese momento en el que todo parece lejos, en el cual la Verdad está más oculta. Pero eso no cambia la Verdad. Y la Verdad es que eres el Amor incausado, el Amor perfecto, el Amor eterno.
