Siempre, en todo instante, tienes esta capacidad de volver a elegir, y transformar todo. Si estabas en el miedo, no pasa nada, elige ahora el Amor y trasciende el instante. Todo quedará perdonado, todo quedará santificado (Jave)

Conversación con una hermana:

Hermana: Entonces, ¿qué debo siempre tener en cuenta?
Jave: Debes estar siempre en atención plena, en observación.
Hermana: ¿Y eso qué es?
Jave: Es mirar todo con atención plena, des-identificándote de todo, hasta de tu propio personaje, e identificándote con Aquel que mira todo con ecuanimidad, con equilibrio, con Amor.
Hermana: ¿Esa es la puerta a lo que soy en realidad?
Jave: Si, y la llave es la respiración. Se consciente de tu respiración, y así vuelve a la atención, a la observación, a sentirte el Hijo del Ser, Ese Ser amoroso, que todo lo mira con Amor.
Hermana: Pero no se si lo conseguiré, habrá muchos momentos en los que no pueda conseguirlo. Momentos en los que me identifique con mi persona y deje de estar en atención, en observación.
Jave: Claro, así es. Cada día tenemos instantes de conexión que nos trasmiten gozo y dicha, pero tenemos otros muchos de desconexión, de identificación con el ego. Pero eso también es perfecto. No te preocupes. Solo has de saber algo muy importante, en cuanto te des cuenta, en cuanto seas consciente de que el ego tomó el mando, date cuenta de tu capacidad de volver a elegir. Y elige volver a la respiración, a la observación, al perdón de cada experiencia, al Amor. Siempre, en todo instante, tienes esta capacidad de volver a elegir, y transformar todo. Si estabas en el miedo, no pasa nada, elige ahora el Amor y trasciende el instante. Todo quedará perdonado, todo quedará santificado.