Un viejo proverbio chino dice que: «el leve aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo». Actualmente nadie duda de que cualquier acontecimiento tiene consecuencias que no podemos controlar. No sabemos ni siquiera los personajes que forman parte del acontecimiento en sí, puesto que, aunque hay algunos presenciales, eso no quiere decir que estén atentos, y habrá alguno que no está presencialmente, pero que viva de forma contada el acontecimiento hipotético.
No, no podemos controlar lo que ocurre. Entre otras cosas porque eso sería como controlar la mente de otro. Y eso no lo podemos hacer. Nunca sabemos como la mente de otro va a interpretar algo. Así que por mucho que intentemos conocer y estudiar todas las variables, nunca podemos estar seguro de que cómo va a ir nuestro experimento. Y mucho menos, como va a continuar, porque a veces, creemos que todo ha ido bien, pero fuera de nuestro alcance ocurre algo que cambia todo el desarrollo del asunto. Malamente.
¿Qué hacer entonces? Pues actuar siempre desde el Amor, nunca desde el miedo, y dejar en manos de la vida que ella misma se desarrolle a su antojo, con confianza en ella, en la vida. Intentando no esperar un resultado concreto puesto que no sabemos realmente cuál es el mejor resultado, soltándolo, que sea la vida quién lo decida.
“Siempre desde el Amor, nunca desde el miedo.”

Gratitud siempre 🌺
Me gustaLe gusta a 1 persona