La vida se empeña en demostrar que somos capaces de sacar muchas sombras en nuestro día a día. La razón de esto es sencilla. Simplemente nos dejamos llevar por el miedo.
En cada instante elegimos estar en miedo o en Amor. Y dependiendo de nuestra elección así nos sale nuestra extensión al mundo. Si elegimos miedo, nos salen sombras, daños, sufrimientos, egos. Pero si elegimos Amor, nos sale Luz, nos sale bondad, nos sale santidad, nos sale belleza. Y en cada instante, puedes elegir, elegir y elegir.
Si elegiste hace un momento miedo, y te acabas de dar cuenta, olvídalo, no te enredes en eso que ya pasó, eso no lo puedes cambiar. Lo que sí puedes es hacer grande el siguiente instante. Estate entonces atenta, y elige la siguiente vez Amor. Primero para que seas Luz y segundo porque así te sentirás conectado a la Luz infinita que eres en realidad, y eso te hará sentir muy bien. Porque cuando sacas la Luz infinita que tienes en tu interior, te conectas con tu auténtico ser y eso hace que te sientas bien, muy bien. Y así extiendes lo bueno, lo santo, lo bello.
Atención, Amor, Luz, y ¡a disfrutar!
