La vida está llena de cotidianedad. La vida está lleva de cosas que nos parecen pequeñas, de poca importancia. En un porcentaje muy pequeño estamos haciendo cosas que nos parecen más importantes. Trabajamos, comemos, limpiamos, cocinamos, barremos, fregamos, paseamos, jugamos, … y la gran mayoría forma parte de nuestra rutina diaria.
Y eso puede hacer que la hagamos de forma automática, haciéndonos perder así nuestra atención. Es esos instantes en los que al no estar centrados en lo que hacemos, nos vamos al pasado -creando sufrimiento, dolor, ensoñación- o nos vamos al futuro -creando angustia, ansiedad, ensoñación-. En ambos casos la ensoñación es un gasto de energía que el ego muy hábilmente pone a tu disposición, ya que es un gasto improductivo por muy atractivo que te parezca esa ensoñación. Pero lo peor es perder la atención en el presente, en el Ahora, en lo estamos haciendo.
Por eso es muy importante, más de lo que crees, que en lo cotidiano, en la rutina, hagas todo como mejor puedas. Haz eso que haces de la mejor manera posible, con atención en lo que haces. Eso te hará ser el mejor cocinero que puedes ser, el mejor fregador de platos que puedes ser, el mejor paseante que puedes ser,… Busca dar tu mejor versión siempre, en lo extraordinario, pero sobre todo en lo ordinario, con atención, con interés, sabiendo que estás haciendo y siendo tu mejor versión para eso que estás haciendo.
Con esto estarás en atención, toda tu energía se centrará en el Ahora, en lo que toca. Y te acostumbrarás a dar lo mejor de ti siempre. Y eso te hará estar muy satisfecho y poco a poco se expandirá en ti una sensación de estar a gusto con lo que haces. Aparentemente haces lo mismo, pero en realidad lo haces muy distinto, lo haces con atención y lo mejor que puedes. Se puede pedir más.
Qué así sea.
Namasté.
La casa de Jave 
¡Que Asi Sea!Gratitud🌺
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